El buttermilk es un suero de leche que se usa en varias recetas, sobre todo en la repostería de Estados Unidos. El verdadero Buttermilk se obtiene de batir nata hasta formar una mantequilla, su sabor es un poco amargo. Lo que suelen vender como Buttermilk es leche
desnatada (descremada) fermentada con un tipo de bacterias denominadas estreptococos
que producen una transformación de la lactosa en ácido láctico,
pasando posteriormente a ser tratada con calor para detener la acción
bacteriana y frenar la fermentación.
En lo personal a mi me encanta los postres que llevan buttermilk porque los deja muy esponjosos y una textura muy agradable. Aunque sea un término raro es algo muy sencillo de hacer y con cosas que tenemos a mano.
Hay 2 formas de hacerlo:
Buttermilk casero 1
- un vaso de leche (200 ml aproximadamente)
- 1 cda. de zumo de limón o 1 cda. de vinagre blanco.
Buttermil casero 2
- 1/4 taza (60 ml) de leche
- 3/4 taza (180 ml) de yogurt natural sin azúcar.
Buttermilk casero 3
- 250 ml. de nata para montar* (mejor si está a temperatura ambiente)
Con esta opción tenemos mantequilla casera por un lado (la cual se puede aromatizar si se desea) y por otro lado el suero de leche o buttermilk.
* Crema para batir.
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